Con 76 años aprende a leer, a usar un PC y a navegar (y publica un libro)
La de Josefa Herrada (Gádor, Almería, 1936) es una de esas vidas que nunca se cuentan. Forma parte de esa colmena nacional de millones de historias de españoles anónimos que conocieron, en el siglo pasado, una pobreza que sonrojaría a los jóvenes herededos de la crisis financiera global. Empezó a trabajar tan pronto que ni siquiera se acuerda. En el campo, un sector tan boyante que a veces no daba para echarse a la boca más que un puñado de naranjas podridas. En un tiempo donde los niños, como le ocurrió a su hermana, morían en casa por falta de asistencia. Y no iban a la escuela.