“Cuando creamos Twitter no tenía dinero y vendí mi parte por 7.200 dólares”
La historia del origen de Twitter es, en realidad, la historia de un fracaso, por eso obtener una tajada de siete mil dólares por un producto fallido, en el que pocos confiaban, parece un buen negocio, aunque Evan Henshaw-Palth, cofundador de la red social y uno de los principales desarrolladores de la plataforma, se sigue tirando de los pelos por no haber sabido intuir el éxito de una de las startups más influyentes del mundo.